Vivir es generar contenido

Es evidente que todo ha cambiado. En general sí, pero también en particular, de aquí a hace poco.

Parece que Instagram lleva con nosotros toda la vida, y quizá la de algunos sí, pero no de los que están leyendo este post. Ni siquiera ha cumplido seis años. Algunos más los que tiene Twitter o YouTube. Y así retrocediendo a los móviles con cámara, el acceso global a Internet y la venta de los ordenadores personales.

Las nuevas tecnologías, por llamar a todo esto de alguna manera, nos han convertido en generadores de contenidos. Todos. Tú, tus amigos, tu pareja, tu jefe, tus padres, tus abuelos y tu sobrino de 4 años, sí, ese también. Masivos generadores de contenidos. Y en la masividad, como en todo en la vida, se puede encontrar cualquier cosa. Desde contenidos sin ningún interés, pasando por lamentables, aburridos e incluso ilegales hasta contenidos atractivos, interesantes, y en algunas ocasiones, verdaderas obras de arte.

Con la evolución de las redes sociales y su integración en la sociedad, el hecho de generar contenido se ha convertido en una verdad absoluta: sin contenido de calidad no puedes llegar a tu público objetivo. Un ejemplo claro: las redes sociales son un parque, los usuarios los niños, y las marcas los padres, que cortan el rollo. La única manera de no cortar el rollo es ofrecer contenido interesante, ese tipo de contenido que incita a ser compartido y no a retirar el ‘me gusta’ de la cuenta.

En Thankium lo tenemos claro desde hace tiempo: las marcas son contenedores y precisan de contenidos. Cada vez son más los clientes que desesperan por encontrar argumentos que utilizar, causas que apadrinar o historias que contar. Cada vez más, las marcas necesitan una agencia de publicidad capaz de crear mensajes que interesen al consumidor. Cada vez más, las marcas necesitan Thankium.

¿Y cómo creamos contenido de calidad? En Thankium seguimos unas reglas infalibles. Si el contenido en cuestión las cumple todas, entonces estamos ante verdadero contenido de calidad. Podríamos decirte que son multitud de reglas porque lo son, pero para ponérnoslo fácil, las aglutinamos en tres.

La primera; que sea original. Con original nos referimos a que no sea una copia, a que sea la primera vez que alguien lo hace, lo cuenta o canta sobre ello. ¿Referencias? Sí, pero como inspiración. La segunda: mejor que le guste mucho a unos pocos que un poco a muchos. Tú no haces viral un contenido. A todo el mundo le gusta lo que a unos pocos (y líderes de opinión) les gusta. Y la tercera. Sea lo que sea, que esté hecho por profesionales. ¿Se trata de una vídeo? ¿Quizá un serie de fotografías o poesía? No importa, pero por favor, encárgaselo a un profesional.

JULIÁN MARTÍNEZ NICOLÁS

Palabrarista. Puede decirlo casi todo por ti. ‘Casi’ es su zona de confort. No quiere ir al cielo porque allí no se puede patinar.