Estás en deuda con la publicidad

Cuando digo que trabajo en una agencia de publicidad, normalmente la gente sonríe curiosa. Lo primero que espero oír es un «Ah, que interesante. ¿Y qué haces exactamente? Cuéntame un poco sobre la industria…» o algo así. Sin embargo, la reacción suele ser bien distinta. Todo el mundo tiene su propia opinión sobre la publicidad, normalmente poco o nada meditada, pero la tienen. Es una opinión basada en estímulos… Sobre todo en uno: la publicidad molesta.

La publicidad es el IVA de lo gratis. Y en vez de construir carreteras, hospitales y colegios, nos permite acceder a millones de contenidos de manera gratuita o a bajo coste. Y no sólo eso, sino que nos hace ahorrar dinero todos los días… ¿Te imaginas un mundo sin publicidad? Sería vivir sin opciones, sin entretenimiento, sin información, sin conexiones. Es por eso que podemos afirmar con la cabeza bien alta que, la publicidad te está salvando la vida.

Si estas palabras están causándote algún efecto, puede que empieces a preguntarte algo: ¿cuanto le debes a la publicidad? Déjame antes hacerte otra pregunta: ¿cuánto crees que costaría tu revista favorita si no hubiese publicidad en ella? La respuesta es muy sencilla, y con truco claro: tu revista favorita no existiría. Sí, le debes mucho a la publicidad. Y tú vas y te instalas AdBlock en tu navegador, ¿así es cómo se lo pagas?

Aclaremos algo sobre AdBlock. Es cierto que, desde la perspectiva de la experiencia de usuario, instalarnos un bloqueador de anuncios resulta una reacción natural y comprensible, sin embargo, esta tendencia pone en peligro las fuentes de ingresos de los creadores y proveedores de contenido. Para mantener la web libre y disponible para todos, debemos estar juntos en esto: la publicidad segmentada, de calidad y no intrusiva es tu aliada. Con AdBlock bloqueamos el spam, pero también publicidad buena… Y si pagan justos por pecadores, acabaremos pagando todos. Yo no quiero un mundo sin publicidad, ¿y tú?

JULIÁN MARTÍNEZ NICOLÁS

Palabrarista. Puede decirlo casi todo por ti. ‘Casi’ es su zona de confort. No quiere ir al cielo porque allí no se puede patinar.