'Agencia de publicidad', primeros en Google

Hace un tiempo hablábamos de las verdaderas batallas casi invisibles que se producen al pelear por los primeros puestos en Google. Hablábamos del circo romano, y en especial, del Coliseo. No es lo mismo superar la loma de una montaña que conquistar su cima. Y este es un ascenso de esos en los que se podría perder algún que otro dedo, eso sí, de la mano. Todo lo bueno cuesta.

Por fin podemos gritar al mundo que lo hemos conseguido. Ya no hace falta deletrearle a nadie, T-h-a-n-k-i-u-m. No, ahora decimos, pon agencia de publicidad en Google. (Con el ‘de’ incluido, somos así de chulos). A parte de todas las ventajas y beneficios que esto puede ofrecer al escalador que ha coronado la cima, la verdad es que tiene su rollo.

Es difícil quitarte de la cabeza que eres el número 1. Supongo que porque sabes que esto no va a durar siempre. Llegarán nuevos escaladores que coloquen su bandera por encima de la tuya. Incluso otros viejos conocidos que arranquen la tuya para colocar la suya. Lo importante es no perder el punto de apoyo. No dejar de escalar. Estás palabras pueden parecer exageradas pero, el que está abajo no teme a la caída.

Para vender posicionamiento habrá que estar posicionado. Para vender SEO hay que SErlO. En casa de herrero cuchillo de hierro. Con nosotros, todos los refranes no funcionan. O al menos cambian. ¿Quieres nuevos refranes para ti? Nosotros podemos hacerlos. Y lo más importante, que los demás los escuchen.

Para nosotros, estar en la cima es más que que nos encuentren cuando alguien busca una agencia de publicidad en Internet. Estar en la cima es representar una profesión, una forma de entender las cosas, una manera de hablarle a la sociedad. Para nosotros, el mejor oficio del mundo. Y en él, al igual que en la escalada, lo importante es no olvidar porque lo haces. Como dijo el gran Alex Lowe, el mejor escalador del mundo es el que más se divierte escalando.

JULIÁN MARTÍNEZ NICOLÁS

Palabrarista. Puede decirlo casi todo por ti. ‘Casi’ es su zona de confort. No quiere ir al cielo porque allí no se puede patinar.